domingo, 7 de noviembre de 2010

Marco Historico


La existencia de intervención extranjera en Chile se enmarca en un contexto mundial en que Estados Unidos consideraba como prioritario impedir el avance del marxismo y el socialismo en América Latina. Sin embargo, considerando la polarización política local y el desempeño del gobierno de la Unidad Popular, no existe consenso académico sobre si dicha intervención (expresada fundamentalmente en apoyo económico a medios de comunicación, partidos políticos y organizaciones opositores) jugó o no un papel determinante en el desarrollo de los acontecimientos.

Nixon, apenas asumido, ordenó derrocar a Allende mediante el Proyecto FUBELT, más conocido como Track II.

Una serie de documentos desclasificados de la Casa Blanca publicados en 2009 revelaron que el ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon, durante su gestión, ofreció dinero y ayuda discreta al dictador brasileño Emilio Garrastazu Médici para influenciar a las fuerzas armadas chilenas con el fin de derrocar al mandatario Salvador Allende.

De acuerdo con papeles oficiales secretos divulgados por la organización no gubernamental National Secret Archives (NSA), Nixon le preguntó a Garrastazu Médici, en un encuentro en la Casa Blanca el 9 de diciembre de 1971, si los militares chilenos eran capaces de derribar a Allende, a lo cual el brasileño le respondió que "sí lo eran" y "dejó claro que Brasil estaba trabajando con ese objetivo".

Isabel Allende Bussi, senadora e hija del derrocado presidente chileno Salvador Allende pidió a través de Twitter que Brasil divulgue los archivos secretos que pueda tener para arrojar luz sobre el papel que el gobierno brasileño pudo haber desempeñado en el golpe de estado de 1973 en Chile.

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